Carrera y bicicleta ¿son ambas compatibles?
Es una de las preguntas que está a la orden del día. Si nos fijamos en nuestro club, nuestro círculo más cercano de entrenamiento, los compañeros del trabajo con los que salgo a hacer deporte o simplemente en revistas o internet veremos que hay una gran variedad de opiniones al respecto, y cada una se posiciona a favor o en contra de ello. Desde Clockwork también queremos aportar nuestro granito de arena al asunto.
Efectivamente el running y el ciclismo pueden ser actividades complementarias, pero como todo en esta vida, hemos de hacerlo en su justa medida y bajo una correcta planificación de manos de un profesional de la actividad física y el deporte.
Si hablamos de una persona que dedica poco tiempo a la semana a realizar alguna actividad física, POR SUPUESTO que es una buena opción combinar la bici con la carrera. Cualquier día será bueno para intercalar el ejercicio en pista con el de dos ruedas. Trabajar distintos músculos de la pierna con diferentes estímulos será la combinación perfecta para tus piernas. Y no pienses que puede hacerte algún daño, al revés, el ejemplo más claro son los triatletas.
Centrándonos en aficionados al deporte que invierten muchas horas a correr o en bici ya debemos planificar y programar nuestros entrenamientos así como el tiempo dedicado a cada uno.
Uno de los principios del entrenamiento deportivo según varios autores como Ulmeanu, Ozolín y Naglak entre otros es el Principio de Especificidad.
El Principio de Especificidad dice que “debemos entrenar las cualidades físicas en condiciones concretas que nos demanda la competición”. Es decir, hay que entrenar lo que se va a competir, o lo más semejante posible. Esto se fundamenta en el hecho biológico de que las adaptaciones se producen sobre los órganos y sistemas concretos que entrenamos, y no otros.
De esta forma es difícil ver a un corredor de fondo de élite hacer bici cuando tiene cerca la competición y viceversa. Pero, como ya hemos explicado en artículos anteriores, una buena planificación de la temporada de un deportista pasa por varios periodos (preparatorio, precompetitivo y competitivo) y es precisamente en el que acabamos de pasar, el preparatorio, en el que más variedad de actividades físicas diferentes veréis que practique cualquier deportista. ¿Por qué? Porque es bueno para el deportista, a principio de temporada, variar el entrenamiento, trabajar musculatura complementaria que posteriormente no se entrena para evitar una descompensación, variar los estímulos, el medio en el que se entrena…
Teniéndo en cuenta todo esto, queremos dar los siguientes consejos:
- La bicicleta no sólo mejora nuestro rendimiento sino que es un alivio para las articulaciones.
- Correr no es la única solución para mejorar nuestras marcas y superar una prueba.
- Ambas son compatibles pero hemos de planificar bien en qué momento y a qué intensidad.
- Si eres corredor, el principal beneficio de la bici es el alivio que sentirán nuestras rodillas y nuestros tobillos al recibir menos impacto. Combínalo. Por ejemplo, para runners lesionados, al recibir menos impacto, la bici nos permite seguir entrenando sin recibir impacto.
- La bicicleta no es un sustitutivo. Aporta grandes ventajas como un entrenamiento complementario pero nunca lo cambiéis radicalmente por la carrera.
- ¿Y si soy corredor de montaña? ¿También puedo hacer trabajo complementario con bicicleta? ¡¡CLARO QUE SI!! De hecho, en el maravilloso mundo del trail se utiliza mucho la bicicleta como complemento en sus entrenamientos como trabajo de preparación. La implicación muscular sobre la bicicleta es más parecida a la implicación en el trail que en la carrera en pista.
Conclusión final: ¿es compatible el entrenamiento running con el de bicicleta? Cardiovascularmente si, muscularmente sirven como complemento . Hay músculos que se trabajan en uno y que no se trabajan en el otro de la misma forma o intensidad. La densidad ósea y las articulaciones de un corredor no son las mismas que las de un ciclista. En la carrera a pie se trabaja más la musculatura de la parte posterior, como isquiotibiales y soleos, además de fascias plantares y tendones como el de la rótula y el tendón de Aquiles. Hay una descompensación muscular que debemos solventar mediante entrenamientos de fuerza, bicicleta u otras actividades físicas.